¿Qué es la ansiedad generalizada?

El trastorno de ansiedad generalizada TAG afecta a casi el 5% de la población. Las personas que lo padecen se preocupan en exceso y de una forma incontrolada por los acontecimientos diarios, además de experimentar síntomas físicos altamente desagradables, que incluyen fatiga y dolores musculares, así como problemas de sueño y concentración.

Se desarrolla a menudo en la infancia, generalmente entre las edades de 11 a 12 años y en algunos adultos, entre los 20 y 40 años, casi siempre provocada por un factor de estrés importante, aunque ellos mismos suelen indicar que ya con anterioridad no recuerdan un momento en el que dejaran de preocuparse por todo.

El trastorno se manifiesta dos veces más en mujeres que en hombres y según estudios recientes es más que probable que las personas que lo experimentan padezcan con posterioridad otros problemas emocionales o de ansiedad como depresión mayor, trastorno de ansiedad social,  de pánico y fobias específicas.

¿En qué consiste esa inquietud?

Por lo general, son pensamientos ansiosos acerca del futuro que podrían responder a preguntas tales como: “y que pasará si…”

-¿Qué pasará si me encuentro en un embotellamiento y como consecuencia llego tarde al trabajo? Mi jefe puede enfadarme conmigo… o, incluso, !puede despedirme!, ¿cómo encontraré otro trabajo?, ¿qué pensarán de mí mis amigos y mi familia?, o

-Tengo que comprar unas cortinas para la cocina, pero ¿y si después encuentro otras que me gustan más o compro otros muebles y las cortinas no encajan con el nuevo mobiliario?

¿Cómo puedo medir cuándo una preocupación pasa a ser excesiva o incontrolable?

Por supuesto, todos nos preocupamos por algo de vez en cuando, lo que es perfectamente normal. No lo es tanto cuando esa inquietud se experimenta casi cada día,  se convierte en perturbadora y resulta muy difícil controlarla una vez ha empezado.

He aquí algunas preguntas a hacerse para averiguarlo:

-¿Me preocupo más por las cosas que otras personas?

-La gente que conozco me dice constantemente que me intranquilizo demasiado por todo.

-¿Experimento inquietud aunque todo vaya bien?

-Por lo general, ¿intento estar siempre ocupado para evitar sentirme preocupado?

-¿Es muy difícil para mí serenarme una vez iniciada la intranquilidad?

¿Cuáles son los pensamientos más frecuentes?

Las personas con el trastorno suelen preocuparse por las mismas cosas que las demás, lo que ocurre es que lo experimentan más y más a menudo.

Cosas tan simples como:

-Llegar tarde a una cita

-Pensar que no va a gustar la película elegida y que, con seguridad, otra es mejor

Sobre el trabajo o la escuela:

-Pasar una prueba

-Temor a no elegir la carrera adecuada

-No acabar a tiempo un informe

Sobre amigos y familia:

-Divorcio de los padres y sus consecuencias

-Miedo a que el hijo sufra algún daño mientras practica su deporte favorito

-Temor a organizar una salida con unos amigos y que nadie la disfrute.

Sobre la salud:

-Padecer cancer y otra enfermedad grave

-Accidentes de personas cercanas.

Sobre el futuro:

-Desastres naturales

-Falta del dinero suficiente en un plazo dilatado en el tiempo o para la jubilación

¿Qué síntomas puede experimentar el cuerpo?

Aunque la preocupación es el primer síntoma, la mayoría experimenta también molestias físicas:

-Los propios de la ansiedad (aceleración del ritmo cardíaco, sudoración, malestar estomacal)

-Sentirse nervioso, inquieto, incapaz de estarse quieto e irritable

-Problemas de sueño: dificultad para quedarse dormido, despertarse a menudo durante la noche o tener un sueño agitado y poco reparador
-Dificultad para prestar atención o concentrarse
-Cansarse con facilidad
-Dolores musculares (a menudo en el cuello y los hombros)

Algunos testimonios

Tina es una economista de 28 años con un reciente empleo conseguido después de obtener su titulación universitaria con buenas notas. Vive con su compañero y dos gatos.

Indica que siempre se ha preocupado por todo y que no puede controlar estar siempre inquieta y con miedos. Éstos han ido en aumento: teme que su novio la deje, que sus gatos sufran algún daño, se siente inquieta ante su rendimiento laboral, su peso o no tener suficiente tiempo para realizar sus tareas cotidianas y no es capaz de relajarse. A menudo, también experimenta irritabilidad y reacciona mal ante cualquier contrariedad.

Tina suele comprobar una y otra vez su trabajo aunque ello repercuta en salir más tarde del despacho y reducir sus horas de descanso. Tina sabe que tiene un problema, pero cree que si deja de preocuparse, todo se vendrá abajo o empeorará aún más.

Eduardo tiene 54 años y trabaja en una fábrica de papel. Vive con su esposa hace 30 años. Tiene 3 hijos y 7 nietos. Su trastorno empieza al tener hijos e inquietarse por su futuro, el dinero, también el rendimiento en el trabajo, las reparaciones de la casa y la salud tanto de sus padres como el de su entorno familiar.

Toma pastillas para dormir y sus amigos y familiares han notado que siempre está en movimiento y nunca se queda quieto o se relaja, a lo que replica que esta es la única forma que conoce para bloquear el desasosiego que experimenta y que ha llegado a provocarle algún que otro ataque de pánico.

Después de un período de desasosiego, a menudo se siente deprimido durante semanas perdiendo interés en actividades que solía disfrutar. Eduardo siente envidia de las personas que pueden divertirse sin más preocupaciones y se siente a menudo sin esperanza y teme que su ansiedad pueda originarle problemas de salud.

Psicólogo Clínico Ian Johnson